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lunes, 12 de mayo de 2008

RESFRIOS

Cómo evitar que estén todo el invierno resfriados


Resfriado común, catarro de vías altas o infección respiratoria aguda de vías superiores son diferentes términos que definen un mismo proceso. Se trata de una infección vírica aguda y autolimitada (es decir, que se cura sola en el plazo de unos días) de las vías respiratorias altas (fundamentalmente nariz y faringe). Se conocen más de 200 tipos de virus que pueden causar resfriados.


Cuando una persona sufre un catarro, queda inmunizado frente al virus que lo ha provocado, pero aún es susceptible a otros virus, que a su vez tienen múltiples subtipos...
Es por eso que los catarros son tan frecuentes a lo largo de la vida.


También esto explica que los catarros sean más habituales en la infancia y su frecuencia disminuya con la edad; a medida que la persona va desarrollando inmunidad frente a los diferentes virus, disminuyen las posibilidades de contagio en caso de un nuevo contacto con ellos. La transmisión se provoca a través de gotas de secreciones respiratorias con virus en suspensión, producidas al toser o estornudar, que pueden ser inhaladas por otras personas, resultando contagiadas.


Los catarros son una de las enfermedades más frecuentes en el niño. Aproximadamente lo normal es que se produzcan de 3 a 9 episodios al año en el niño preescolar y de 2 a 6 episodios en el escolar. Estos episodios suelen concentrarse en otoño e invierno, en los meses de epidemia. El número de resfriados es aún mayor, hasta el doble o el triple, en los niños pequeños que acuden a guardería. Síntomas conocidos por todosMás o menos, todos tenemos una idea de cómo es el cuadro clínico de un catarro de vías altas. Después de un periodo de incubación (que dura de 2 a 5 días), aparecen los primeros síntomas: irritación nasal y dolor de garganta, seguidos de congestión nasal y ocular, secreción nasal, estornudos, tos...


Todo esto suele acompañarse de cierto grado de malestar general, febrícula, dolor de cabeza y dolores musculares. En niños menores de 3 años puede haber fiebre alta, vómitos y disminución del apetito.


Las secreciones nasales inicialmente son acuosas, haciéndose más espesas a los 2 ó 3 días, coincidiendo con la mejoría de los síntomas generales. Estos suelen controlarse a los 5-7 días, aunque la tos puede persistir aproximadamente 2 semanas. Aunque los catarros de vías altas son procesos banales y que se curan solos en el plazo de unos días, a veces puede haber complicaciones. Otitis media aguda. El moco que llega al oído puede sobreinfectarse por bacterias, dando lugar a fiebre, dolor de oídos e irritabilidad. Sinusitis. Se manifiesta por secreción nasal amarillenta o verdosa de más de 10-15 días, fiebre, dolor de cabeza y facial. Los catarros de repetición pueden favorecer las vegetaciones adenoideas, sobre todo entre los 4 y los 6 años de edad. En las fases finales del catarro puede haber una sobreinfección bacteriana del moco, que debe sospecharse si la secreción nasal no mejora a los 10 días de iniciarse el proceso, si hay fiebre de más de 3 días de evolución o que comienza 48 horas después del inicio de los síntomas catarrales. Infección de vías aéreas bajas, bronquitis, neumonía o bronquiolitis en el lactante pequeño. Si aparece fiebre elevada o que dura más de 3 días, dolor torácico en el niño mayorcito, dificultad respiratoria o rechazo del alimento en el bebé pequeño, debemos acudir al médico para que descarte estas complicaciones.

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